S.E. MONS. GENARO ALAMILLA ARTEAGA
V OBISPO DE PAPANTLA (1974 – 1980)
“Semper adictus in Domino”
Nació en México, D.F. el 21 de Junio de 1914, recibió la ordenación sacerdotal el 10 de Octubre de 1943, fue consagrado obispo en la Catedral de Teziutlán, Pue., el 19 de Septiembre de 1974. A mediados de 1980, Juan Pablo II lo nombra obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México.
Conflicto Agrario en “La Palmilla”
El 30 de Octubre de 1975 se suscita un conflicto agrario en La Palmilla (Tlapacoyan), Ver. En este conflicto resultan muertos tres campesinos. Al decir de los que ostentaban los títulos de las tierras, los que dispararon fueron gente del Gobierno de Echeverría, infiltrados entre los ganaderos que intentaban defender sus tierras de la invasión. Con la finalidad de apaciguar los conflictos que de este tipo se venían presentando, el obispo diocesano extendió un comunicado que lastimó a algunas personas de Teziutlán (amistades de algunos sacerdotes), quienes le respondieron pretendiendo corregirle la plana sobre el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia.
Conflicto Agrario en La Sierra Totonaca
A finales de los 70 y principios de los 80, otro conflicto agrario en los municipios de Chumatlán, Espinal, Coyutla y Coahuitlán, deja como saldo varias personas muertas, entre ellos un indígena defensor de los derechos de los indígenas. Estos acontecimientos provocaron por parte de los agentes de pastoral la inquietud de buscar otra forma de organizarse para dar una respuesta más eficaz a esta violencia desatada.
Plan de Guinea
Mons. Alamilla informa al presbiterio sobre la situación del rancho Plan de Guinea. “Quisiera ser muy breve en este asunto que voy a tratar, deseo que tengan algunos elementos de juicio al pronunciarse y no se equivoquen con detrimento de la verdad…”
Supuesto lo anterior les informo lo siguiente:
— El Sr. Miguel de las Cuevas por convenio privado adquirió en propiedad lo que ya estaba a su nombre y se comprometió con Mons. Obeso a pagar la finca “Plan de Guinea” firmando determinado número de letras a pagar conforme se fueran venciendo; las letras cubrían también la deuda que se tenía con Alemania, deuda que se adquirió a beneficio con la misma finca.
— Se iba cumpliendo normalmente lo convenido por el Sr. De las Cuevas hasta que el 31 de diciembre de 1977 fecha en que ya no pagó la letra correspondiente y no lo ha hecho hasta la fecha.
— Se supo de fuente fidedigna, y hoy está confirmado plenamente que el Sr. De las Cuevas vendió o intentaba vender la finca en cuestión, contra lo asentado en el convenio, por lo que se procedió a embargarla hasta que se liquidara la letra vencida y asegurara debidamente las que están por vencerse.
— A esta acción legal, la persona mencionada contestó el embargo y los compradores se ampararon. También se ha negado a acceder a que se haga una nueva escritura del inmueble que ocupa hoy el Centro Teziuteco de Papantla, antes Centro Cultural, las escrituras están a nombre de la esposa del Sr. De las Cuevas, desde tiempos de Mons. Sánchez Tinoco que de Dios goce.
— Hasta ahora así están las cosas. Todo está en manos de abogados con la colaboración comprensiva y eficaz de distinguidas personas de Teziutlán, conocedoras del asunto y de las intervenciones en él, sobre todo testigos de la confianza depositada por los anteriores obispos en la persona del Sr. De las Cuevas, dada su acendrada fe y vida cristiana que se creía que poseía.
— Los anteriores son algunos elementos que sirven para normar criterios, evitar rumores y no pronunciarse con riesgos de equivocarse y ofender a personas. Si antes no se les había dado a conocer nada de este último acontecimiento, fue porque un servidor, tampoco estaba del todo bien enterado. El asunto sigue su proceso legal. Este asunto motivó que ni el P. Mora, ni el Sr. Vicario General, ni un servidor participáramos de los Ejercicios Espirituales en Veracruz con ustedes; cosa que lamenté…
— Si alguno desea más informes o detalles al respecto; y si su afán está dentro de las normas indicadas por los abogados, puede acudir con el Sr. Vicario General. (Asunto “A” Circular 9/78; 6/X).
III Conferencia del Episcopado Latinoamericano CELAM- Puebla 1979
Mons. Genaro Alamilla fue designado por Juan Pablo I asistente a la III Conferencia del CELAM del 25 de enero al 12 de Febrero de 1979 a celebrarse en la ciudad de Puebla de los Angeles; designación ratificada por su sucesor Juan Pablo II. Fue nombrado Presidente del departamento de Pastoral Juvenil de la CEM. Durante este gran acontecimiento eclesial tan trascendente para la Iglesia Latinoamericana nos visita por primera vez un sucesor de Pedro, el Papa Juan Pablo II, invitado de honor, por la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Uno de los aportes más significativos y de gran transcendencia para la Iglesia de América Latina fue hecho por Mons. Bartolomé Carrasco Briceño, a la sazón de arzobispo de Oaxaca: “la evangélica opción preferencial por los pobres, no exclusiva ni excluyente”, ya que en ella se inspiraron diversos proyectos pastorales para nuestro continente.
Un hecho sobresaliente en los tiempos de Don Genaro Alamilla
Un momento difícil durante el periodo de Mons. Genaro Alamilla Arteaga (1974-1980), fue sin duda, el problema que se suscitó con el cambio de modalidad del Seminario Interdiocesano San Pablo Apóstol (SISPA).
Diez años antes (1965), un grupo de obispos (Oaxaca, Huejutla, Ciudad Valles, Tampico, San Andrés Tuxtla, Tuxpan y Papantla), teniendo a la cabeza a Mons. Alfonso Sánchez Tinoco, bosquejó la creación de una institución que solucionara el problema de la formación de candidatos al sacerdocio. Lo que un obispo no podía hacer solo, lo harían varios. Así nació el Seminario Interdiocesano San Pablo Apóstol, localizado en la ciudad de Teziutlán, sede episcopal de la Diócesis de Papantla.
Para la primavera de 1975 las cosas habían cambiado a tal grado, que el primitivo equipo de obispos se había ido desintegrando; o porque vieron la necesidad de unirse a sus propias regiones pastorales, o porque tal vez habían encontrado soluciones económicamente más aceptables; quedando representadas en el SISPA tan sólo Tuxpan y Papantla, cuyo número de alumnos no era suficiente para sostener una casa de formación, tal como lo reconocieran los mismos padres del Seminario, en reunión del 22 de abril de 1975.
Los obispos Ignacio Leonor Arroyo y Genaro Alamilla Arteaga (Tuxpan y Papantla), en la misma reunión del 22 de abril, ante los padres del equipo formador del SISPA llegaron a la conclusión de que el camino a seguir era volviendo al ideal de Mons. Sánchez Tinoco, es decir, la creación del Seminario para la región pastoral del Golfo. En el momento de búsqueda surgió una oferta de Tampico (que desde luego ya se había retirado), obsequiando becas si la Facultad de Teología se pasaba a ese lugar.
Después de tres reuniones, los obispos de San Andrés Tuxtla, Veracruz, Papantla y Tuxpan, decidieron entrevistarse con Mons. Emilio Abascal Salmerón, arzobispo de Xalapa y presentarle el proyecto: la creación de un Seminario para la región pastoral del Golfo, quien lo aprobó y ofreció plena colaboración.
Para dar los primeros pasos, los obispos mencionados, integraron una comisión con los padres del Seminario Interdiocesano San Pablo Apóstol, los padres del equipo formador de Xalapa y otros sacerdotes de San Andrés Tuxtla y Veracruz, para que estudiaran: sede, estudios y todo lo relacionado con la nueva institución.
Esta comisión se reuniría en la ciudad de Xalapa el 12 de junio, pero dos días antes los padres del SISPA enviaron al obispo de Papantla un comunicado en el que se le informaba que a partir del 30 de junio, renunciaban a seguir integrando el equipo formador del Seminario Interdiocesano San Pablo Apóstol.
En síntesis, en el SISPA no se daban las cosas para garantizar la sobrevivencia de aquella institución; los obispos de Tuxpan y Papantla proponen el modo de que eso no se acabe: la creación de un Seminario para la región pastoral del Golfo. Los obispos de la región pastoral del Golfo piden a los padres de los Seminarios SISPA y XALAPA su colaboración: edificios, estudios, personal docente, en fin; y los sacerdotes del SISPA responsabilizan al obispo de Papantla de cerrar el Seminario. Habían pasado nueve meses desde el nombramiento y la toma de posesión del V obispo de Papantla. En septiembre de ese año iniciaba el Seminario Regional de Veracruz (SERVE), con dos sedes: Xalapa y Teziutlán.
Panorama Histórico
En 1979 la población diocesana es de alrededor de 800.000 habitantes de los cuales 100.000 pertenecen a las etnias Totonaca y Náhuatl, además en la Diócesis viven cerca de 5.000 extranjeros de los cuales el mayor porcentaje es de españoles, también hay siro-libaneses, judíos, italianos y estadounidenses; descendientes de franceses y de italianos en San Rafael y Gutiérrez Zamora, respectivamente.
La Diócesis se encuentra en una región extremadamente fértil pero con agricultura deficiente y sumida en problemas agrario-políticos, una inadecuada aplicación de la reforma agraria ha hecho sumamente insegura la tenencia de la tierra, lo que ha ocasionado una baja considerable de la producción agrícola. Existen grandes riquezas ganaderas pero en manos de unos pocos, la región está poco industrializada, salvo las grandes instalaciones petroleras en Poza Rica y el Ingenio de Independencia (Martínez de la Torre), así como una naciente industria maquiladora en Teziutlán.
Existe una gran desigualdad social, subsisten grandes latifundios, así como grandes capitales en manos de unos cuantos; hay una clase media que va en aumento, no obstante existe una gran población de asalariados, empleados y campesinos, con salarios por debajo de lo necesario para una vida honesta. En el aspecto cultural y educativo existen una educación básica (primaria) y media (secundaria y preparatoria) que aunque no pueda decirse que es de la mejor calidad académica se va extendiendo con el esfuerzo por parte del Gobierno.
El consejo presbiteral existe y funciona desde 1968, también está el consejo de consultores; no existe propiamente un consejo de pastoral, pero desde 1972 se instituyó un organismo de transición que se llamó comisión de ayuda pastoral, que tiene como misión preparar la integración del consejo de pastoral, esta comisión es coordinada por un Vicario Episcopal y se integra con los responsables de las comisiones siguientes: de Evangelización y Catequesis, Liturgia-Música y Arte Sacro, Pastoral Indigenista, Medios de Comunicación Social, Pastoral Social y Pastoral Juvenil y Vocacional.
No existen en la Diócesis problemas doctrinales propiamente dichos, aunque debe anotarse, que durante y después del Concilio se sintieron en la Diócesis los efectos desorientadores de las corrientes “progresistas”, pero esta inquietud no alcanzó caracteres violentos de otras partes. Con las fallas inherentes a la flaqueza humana, las normas conciliares se han ido poniendo en práctica paulatinamente. El principal foco de inquietud se dio en Poza Rica con un grupo de sacerdotes.
El presbiterio de Papantla después del post-Concilio logró una buena integración entre sí y con su Obispo, pues el contacto es permanente y directo. En efecto cada mes celebra su reunión de foranía, bajo una agenda sugerida por el consejo presbiteral y celebra cada dos meses su reunión general. Existen en la Diócesis veintiuna casas de religiosas pertenecientes a otras tantas Congregaciones.
En cuanto a la pastoral podemos señalar dos problemas fundamentales que constituyen un serio obstáculo para su desarrollo. En primer lugar la falta de recursos humanos, sacerdotes, religiosas y apóstoles laicos, y en segundo lugar la falta de recursos económicos; por otra parte, por la dificultad para conseguir recursos no es posible enviar a personas idóneas a que se capaciten, tampoco hay las instalaciones y los órganos indispensables para apoyar el desarrollo de una obra pastoral intensa.
Tampoco cuenta la Diócesis con consejos parroquiales de pastoral, sólo se cuenta con grupos de laicos que apoyan a sus sacerdotes en la tarea pastoral y en llevar adelante la obra material.
En cuanto a las actividades en favor de las vocaciones, desde la fundación del Seminario Diocesano, se procuró en diversas formas despertar, entre el pueblo, el interés y la estima por la vocación sacerdotal, por ejemplo, mediante la institución del Día del Seminario, por la búsqueda por parte de los párrocos de candidatos al Seminario. En los primeros años de la Diócesis se estableció la Sección pro Seminario en los grupos de la Acción Católica, a mediados de la década de los cincuenta se estableció la Archicofradía diocesana pro Vocaciones, este órgano subsistió hasta los comienzos del Vat. II. Podría decirse que los frutos en vocaciones siempre fueron exiguos, en relación con las necesidades de la Diócesis.
En el año de 1965 los Obispos de Papantla, Tampico, Huejutla, Tuxpan y Ciudad Valles, fundaron el Seminario Interdiocesano San Pablo Apóstol (SISPA), con sede en Teziutlán, ocupando los dos edificios casi terminados que la Diócesis construía para su Seminario Diocesano.
En 1966 se suprimió el Seminario Menor y la formación humanística de los candidatos a estudiar Filosofía se encomendó al CCT Instituto Cultural de Teziutlán. Algunos de los alumnos de éste pasaron al Seminario Mayor y de los cuales se ordenaron varios sacerdotes. El Seminario Menor se restableció en 1972 en la ciudad de Papantla.
El Seminario Regional de Veracruz (SERVE) se inauguró en el mes de Septiembre de 1975 por la Arquidiócesis de Xalapa y las Diócesis de Papantla, San Andrés Tuxtla, Veracruz y Tuxpan; así se pudo resolver el angustioso problema dejado al suprimirse el SISPA.
La actividad de los fieles seglares en todas las parroquias aún no ha entrado en las líneas planteadas por los documentos del Vat. II. Destruidos casi todos los viejos cuadros organizados de los fieles laicos, como las asociaciones, cofradías, etc., en el afán renovador inmoderado con que se inició en esta diócesis el post-Concilio, las nuevas formas no han enraizado en nuestro pueblo por falta de preparación adecuada de los primeramente llamados, por falta de genuina convicción apostólica y por falta de asidua asistencia sacerdotal a las experiencias. Lentamente se han ido consolidando algunos centros de MFC Movimiento Familiar Cristiano, la Secciones de Adoración Nocturna Mexicana y en algunas parroquias hay un esfuerzo permanente por formar a sus catequistas y apóstoles seglares.
Desde el tiempo de la persecución se han ido infiltrando en la Diócesis diversas sectas protestantes como Evangélicos, Testigos de Jehová, Mormones, etc. Existen en la Diócesis unos cuarenta templos de otras denominaciones cristianas, en ninguna de éstas se da en la diócesis algún tipo de actividad social, caritativa o educativa, sólo campañas propagandísticas o proselitistas.
En cuanto a la planeación pastoral y a la pastoral de conjunto, sólo muy pocos esfuerzos se han hecho en contadas parroquias, ciertamente terminado el Concilio se realizaron diversos cursos de pastoral y de planeación pastoral, pero muy pocos frutos han dado aquellos esfuerzos. Los párrocos como sus colaboradores tratan más bien de responder a las necesidades inmediatas de la comunidad. Tal vez la razón de todo ello, se encuentre en las necesidades apremiantes, de su enorme población parroquial, en el ministerio, muchas veces agobiador, que no deja a los pastores la calma, el tiempo y el humor de pensar en planes pastorales.